Fue un cronista de su época sin perder universalidad; retrató y criticó el poder de turno sin voluntad de denuncia pero embriagado por la realidad que le tocó vivir. “La realidad no se deja poseer por cualquier persona, sino que establece claves para que se la posea o se la viole”, entendió Gorriarena, durante sus intensos años de vida.
Aquí la nota completa en Página 12,
y un especial en Radar
Aquí la nota en Clarín
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario