miércoles, 11 de noviembre de 2009

Libros: "La ribera" de Enrique Wernicke

Gulliermo Belcore, en su blog, recomienda "La ribera" de Enrique Wernicke (biblioteca Los recobrados, editorial Capital Intelectual), que califica como una delas mejores novelas que se han escrito en Argentina:

Es un John Berger criollo y, al mismo, un estilista notable. Un izquierdista que entiende que el arte tiene una misión social y que escribió con una prosa trasparente y justa. Se lo ha comparado con Carver, pero me parece que contiene un fulgor poético del cual carece el norteamericano. Hay pasajes con exquisita filosofía de barrio. Transcribo el comienzo del libro, para dejar constancia de la belleza del estilo de Wernicke:

“Derperté bruscamente, totalmente lúcido.
Era imposible demorarse en la inconsciencia: la mañana estallaba en la ventana de la piecita y me había penetrado el cuerpo cuando apenas entreabrí los párpados.
Me senté en la cama apoyando la espalda en los duros barrotes. La luz invadía la reducida habitación y su impertinente desenfado señalaba los más graves defectos de mi vida: soledad, desorden, pobreza. Sábanas arrugadas y sucias. Ropa en el suelo. Una botella de vino, vacía. Un libro abierto y manchado. Puchos de cigarrillos.
Estima de una noche como tantas.
Pero la ventana me ofrecía un nuevo día y resultaba grato recomenzar a vivir.
Me vestí distraídamente. Miraba las ramas del sauce recién brotado que se interponía entre mi casa y la calles. Cuando di unos pasos buscando mis alpargatas, el piso cedió bajo mi peso con esa blandura que suele tener la tierra fresca. Sonreí. No siempre soy capaz de sentir las cosas.
Di otros pasos por sentir nuevamente la elasticidad de la madera. Y recordé la sensación que se experimenta al subir a un bote y la liviandad de la marcha sobre un muelle de madera.
Recordé un mar lejano. Y de pronto me sentí feliz.
Al fin de cuentas, una vez más vivía en una ribera, y el río, si no el mar, estaba a unos metros de mi casa”.

La ribera fue publicada en 1955. Narra la historia de un burgués acongojado e indiferente (alter ego de Wernicke) que se recluye en la costa agreste de Vicente López para curarse la desesperación y el asco de sí mismo. Se inventa el oficio de fabricante de muñequitos de plomo. Traba relación con los orilleros, pero el alcohol sigue siendo su mejor amigo. El amor y la militancia política lo interpelan.

Mas sobre "La ribera" en la nota "El juguetero rabioso" por Gulliermo Saccomanno en Radar Libros del 28-05-2000.

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