jueves, 23 de agosto de 2007

Edipos

Por lo menos doce poetas griegos, además de Sófocles, nos ofrecen tragedias sobre Edipo que no han sobrevivido. Entre ellos se incluyen Esquilo, de cuya trilogía sobre Edipo solamente se conserva la tercera obra: Los Siete contra Tebas (su Layo, su Edipo y su pieza satírica La Esfinge se han perdido), Eurípides, y Meleto -uno de los que acusaron a Sócrates-. Entre los romanos, Séneca escribió una tragedia sobre Edipo, y lo mismo hizo Julio César (1), de quien se dice que una vez soñó que había tenido relaciones sexuales con su madre (2). En francés, Corneille volvió al tema (1659) poco después de la muerte de su padre. Y a los diecinueve años, Voltaire escribió su primera tragedia, un Edipo (1718). En la versión de Voltaire, Yocasta nunca amó a Layo o a Edipo, sino (y ello no es más que un toque francés) a un tercer hombre, Filoctetes. Además, Yocasta nunca fue feliz con Edipo. Otros autores de obras sobre Edipo son John Dryden y Nathaniel Lee (en colaboración, 1679) y Hugo von Hofmannsthal (1906). Todo ello puede ayudarnos a deshacer el insistente equívoco de que el Edipo de Sófocles es el único Edipo y de que su argumento es el único argumento.

Es de gran importancia metodológioca comparar la versión del poeta con los tratamientos previos del mismo material para descubirir, si es posible, su originalidad, sus innovaciones y sus acentos distintivos. Por lo que a esto se refiere, unos pocos detalles pueden satisfacernos.

Tomado de:

Walter Kaufmann,
Tragedia y filosofía,
Barcelona,
Seix Barral, 1978

(un extracto mas extenso està disponibile en el blog ignoria)

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